1- La función social de la Universidad



1- La extensión debe ser entendida como articulación y compromiso. El proceso de extensión universitaria debe dar cuenta y paso a la articulación real y concreta entre los actores sociales del proyecto estratégico, pero donde se mantiene la independencia relativa de cada actor social en la responsabilidad del desarrollo del frente social mientras lo común es el proyecto de desarrollo de actividades que potencian a los actores sociales incluidos, en lo socio productivo y en lo socio político. El proyecto debe recuperar los saberes sociales de cada frente y avanzar en la construcción de conocimiento común, desarrollando proyectos que combinen las personas y esfuerzos en el emprendimiento social, de economía social o político social. El proyecto pone de manifiesto el compromiso en la práctica de cada uno de los actores sociales y de cada institución social.

2- La comunidad universitaria debe estar articulada con los barrios populares, con los sindicatos de trabajadores obreros, técnicos y profesionales, con las cámaras empresarias locales -pequeñas y medianas- y empresas recuperadas por trabajadores, con los colegios de profesionales. Ponemos de manifiesto cuales son los actores sociales y sus instituciones sociales, que son parte del programa de articulación y que los proyectos y actividades deben dar cuenta en la teoría y la practica. Es tarea de la Universidad y de los actores sociales de la universidad, desarrollar propuestas de proyectos y herramientas, y desarrollar estudiantes y graduados profesionales con las capacidades y formación para sostener este compromiso y proyecto.

3- La universidad construye los recursos para elaborar proyectos y soluciones con los barrios, con los trabajadores y sus sindicatos, con las pequeñas y medianas empresas del proyecto nacional antiimperialista argentino y latinoamericano. Debe pararse desde los problemas y desde la necesidad de resolverlos técnicamente y políticamente en conjunto con cada sector social. El acuerdo político estratégico entre actores sociales y sus instituciones sociales, nos permite avanzar con los desarrollos de actividades técnicas y administrativas. De manera que los esfuerzos no puedan se apropiados sectorialmente y si por el conjunto social. Esto nos debe permitir garantizar que la extensión y pasantías no sean usadas como mano de obra barata o insumos de un sector en particular. Las pasantías de profesionales en empresas pequeñas o en emprendimientos sociales, debe hacerse garantizando que la dirección estratégica es compartida para que los esfuerzos combinados nos den resultados comunes. En una economía social estatal latinoamericana, las empresas o emprendimientos pueden estar descentralizados en su operatividad pero la dirección administrativa estratégica debe ser común. Luego, los esfuerzos de la universidad por desarrollar proyectos y personas con capacidades socio político productivas tienen donde y como anclar.

4- Es una relación con compromiso social orientado por los problemas propios y comunes, que nos plantea un esfuerzo tanto técnico como político social. Las pasantías, prácticas solidarias, cumplen esta función y hay que incorporarlas dentro de los programas oficiales de formación profesional. Los emprendimientos productivos, culturales y político sociales son todos frentes (prácticos)-planos (teóricos) que deben ser objeto y objetivo de las actividades y de la construcción.

5- La práctica potencia los liderazgos de cada frente social a desarrollarse y la articulación se va desarrollando en lo cotidiano del hacer. Esta practica nos devuelve los elementos para seguir pensando y desarrollando conocimiento, teorizando.

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